El surrealismo frío en la obra del artista iraní Mehdi Ghadyanloo arrastra al espectador a paisajes inventados donde cualquier arquitectura es posible. En sus creaciones aparecen escalinatas infinitas, toboganes inaccesibles, techos abiertos y viajes en globo. Hasta el 23 de abril de este año, pudieron verse en ella las composiciones de su última serie, en la que representa estructuras diseñadas para espacios de juego y donde los personajes han desaparecido.