La ciudad de Datong, al oeste de Pekín, estrena un nuevo espacio expositivo diseñado por la oficina de Norman Foster. La firma inglesa ha propuesto un museo de una sola planta, cubierto por una estructura de pirámides que se intersecan hasta formar una gran cúpula. Un gesto con el que se pretende resolver la entrada de luz natural, conseguir un ambiente diáfano y dotar de singularidad a una explanada con la misma cantidad de metros cuadrados que la Tate Modern londinense.