Bajo el pseudónimo Obey —obedece—, Shepard Fairey creó una de las imágenes más icónicas de la historia de la cultura urbana, basada en un primer plano de André el Gigante, famoso personaje de la estrámbotica lucha libre americana en los 70 y 80. Inicialmente, aquella imagen fue el resultado de una especie de juego casual, pero pronto adquirió una significación más honda.