El diseño belga —sutil y audaz a la vez, silencioso pero elocuente, anclado en una voz honesta y elegante— tiene ambiciones. Ambición de crecer, de posicionarse firmemente en el mercado local y, cómo no, también de atravesar fronteras. Aspiraciones que aglutinan a un conjunto de profesionales de diversas áreas que, con carácter propio y un lenguaje singular, definen poco a poco un universo que se identifica bajo la marca Belgium is design.