Frente a la hostilidad, danza y júbilo; pero, sobre todo, un espacio seguro en el que poder ser nosotros mismos. El club nocturno Supernova, situado en Seattle y diseñado por Mutuus Studio, se ha construido en base a esas premisas: convertirse en una safe zone para los que más sufren durante el ocio de la noche. Y nada mejor que divertirse con libertad en un entorno impregnado por la estética kitsch y disco de la década de los setenta.