En un año especialmente pródigo en pérdidas, se despidió el pasado viernes a los 91 años el arquitecto Arata Isozaki: una figura que, con su obra, superó la modernidad y la posmodernidad y siguió produciendo obras que en nada desmerecen los hitos de una carrera imposible de glosar. Nuestro colaborador, Pau Olmo, dedica este obituario a Isozaki, quien fue su maestro mientras estudiaba en la Universidad de Hokkaido.