Este apartamento en Madrid, diseñado por el estudio barcelonés de arquitectura TAKK, sigue su estilo radical en geometrías, materiales e imagen estimula a sus ocupantes a definir con libertad cómo quieren vivir en un entorno de practicidad doméstica. Para su reforma han planteado una distribución que no se corresponde con las tradicionales habitaciones y pasillos, sino con un gradiente climático: como una cebolla, cada estancia está más aislada térmicamente cuanto más en el interior de la casa se encuentra.