¿Puede un edificio de vanguardia albergar una tradición histórica? ¿Es posible mezclar antigüedad e innovación? A la gran pregunta por este peculiar oxímoron responden con un rotundo sí las nuevas instalaciones en Àgueda (Portugal) de la empresa Ramalhos; una compañía que lleva más de medio siglo produciendo algo tan esencial y longevo como los hornos. Ahora este fabricante portugués continúa su labor en un espacio llamativo por su modernidad.